El gobierno sandinista anuló una reforma al sistema de seguridad social que afectaba a los jubilados y que implicaba una reducción a sus pensiones. Ortega, en su segunda aparición pública, comparó a los grupos de manifestantes con los pandilleros, a los que dijo que combatiría "para que no sigan actuando de la forma que actúan". Las protestas han dejado al menos 24 muertos.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció este domingo la revocatoria de una reforma al sistema de pensiones que desencadenó las violentas protestas que han dejado al menos 24 muertos, la destrucción de monuntos simbólicos de la ciudad y una serie de saqueos ocurridos en los últimos cuatro días. Ortega rectrocedió en una reforma al Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) "revocando la resolución anterior, del 16 de abril pasado", que según dijo, "fue la que sirvió como detonante para que se iniciara toda esta situación".
El organismo de seguridad social reformó el sistema de pensiones para incrementar las contribuciones obreras y patronales cuyo objetivo era sanear las finanzas del sistema de pensiones. Esto desató el rechazo de los nicaragüenses que se volcaron a las calles a protestar. Según datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) que AFP confirmó con las familias de las víctimas, han muerto al menos 24 personas en las protestas que estallaron el miércoles pasado.
Las víctimas incluyen estudiantes que iniciaron el movimiento, policías y simpatizantes del gobernante Frente Sandinista- acusados de atacar a los manifestantes- y el periodista Miguel Ángel Gahona quien murió el sábado de un disparo mientras transmitía por Facebook un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas del orden.
La AFP consultó con la policía y el gobierno para corroborar el balance de muertos pero no obtuvo respuesta.
La revocatoria de la controvertida reforma no convenció a todos en Nicaragua, donde algunas personas consideraron que es una medida tardía."Eso lo tenía que haber hecho ayer para que no pasara lo que pasó. (Ortega) debe tener palabra, no jugar con el pueblo, hay gente que perdió su trabajo por los saqueos de supermercados", reclamó Yelba Arbizú, pequeña comerciante del barrio Marta Quezada de Managua.
Ortega anunció que conformaría una mesa de diálogo con participación de la iglesia católica para discutir las reformas que den estabilidad financiera al sistema de pensiones.
Saqueos y filas -
En medio del clima crispado, pobladores abarrotaron supermercados y tiendas en busca de víveres, y el domingo se reportaron nuevos bloqueos de calles y saqueos en varios establecimientos comerciales.
"Estamos luchando contra esta opresión que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo nos están imponiendo. Nosotros no queremos una guerra", dijo a la AFP la estudiante Amalia Montenegro, mientras recogía víveres para apoyar a sus compañeros manifestantes.
En las gasolineras de la ciudad se veían largas filas de automóviles y motocicletas en busca de combustible, en medio de temores de desabastecimiento. En las ciudades de León y Masaya hubo "quema de vehículos particulares, saqueo y destrucción de edificios públicos" así como robos en centros comerciales, informó el gobierno.
Ortega criticó duramente a los manifestantes y los comparó con los pandilleros que siembran el terror en el norte de Centroamérica."Esto nos obliga a poner en nuestra agenda el combate a las pandillas. Combatirlas para que no sigan actuando de la forma que actúan, que no se sigan matando entre ellos mismos y que no vayan a asaltar establecimientos", dijo Ortega en la reunión.
Su mensaje generó críticas en medio de la tensión que vive el país."Ortega está haciendo un análisis equivocado de la realidad. No pidió perdón por los muertos, no tomó medidas para cesar la represión ni desmovilizar a grupos paramilitares y continúa amenazando con el uso de la fuerza púbica", dijo a la AFP el exdiputado José Pallais.
El papa Francisco se dijo "muy preocupado" por la situación en Nicaragua "Expreso mi cercanía con la oración por este amado país y me uno a los obispos para pedir que cese toda violencia", dijo Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano el domingo.
Diálogo urgente
Igualmente, la Unión Europea (UE) calificó como "inaceptable" la violencia y cuestionó los ataques a la libertad de expresión y prensa, con el bloqueo de medios de comunicación y la agresión de periodistas. En tanto, el departamento de Estado norteamericano lamentó en un comunicado la pérdida de vidas en Nicaragua y pidió a las autoridades juzgar a los responsables.
Ortega había llamado el sábado al diálogo con el sector privado para abordar la reforma del sistema de pensiones, pero su mensaje generó repudio entre otros sectores que se sumaron espontáneamente a las protestas por sentirse excluidos, lo que terminó por caldear más los ánimos.
El autodenominado movimiento OcupaINSS, uno de los que inició las protestas, reclamó que el diálogo "debería de incluir las voces de todos los sectores que hemos demandado una discusión amplia e inclusiva (...) sobre la forma en que han venido tomando decisiones autoritarias y sin consulta".
Líderes políticos advierten que el descontento de la población va más allá de la reforma al sistema de pensiones, y apuntan a la necesidad de un cambio en la dirigencia del país. "Aquí no hay más salida que hacer elecciones libres, transparentes (...) para evitar que haya un mayor costo a la población", dijo a la AFP la presidenta del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) Violeta Granera, cuyo movimiento fue excluido de las elecciones de 2016, cuando Ortega fue reelecto.